viernes, 25 de julio de 2008

Itziar Mínguez Arnáiz. Luz en ruinas. Babelia: tercera y cuarta semanas de julio.


La semana pasada Babelia trajo una sola reseña de poesía y ésta semana ninguna. En su línea.

El libro de la pasada semana es "Luz de ruinas", escrito por Itziar Mínguez Arnáiz, accésit del premio Jaime Gil de Biedma, premio que ya comentamos en su momento. Edita Visor.

El jurado estuvo compuesto por Luis María Anson (varias veces miembro de jurados de Visor), Juan Van Halen (premio Tiflos de Visor), Antonio Colinas (con muchos libros publicados en Visor), Juan Manuel de Prada (habitual de Telemadrid y demás medios objetivos), Guillermo Carnero (premio Loewe con Visor), Clara Janés (premio Ciudad de Melilla con Visor), Chus Visor, Gonzalo Santonja (varios libros publicados en Visor) y Javier Santamaría (presidente de la diputación). En fin, un jurado de la casa.

El premio lo ganó Juan Manuel González con un libro que a este colectivo le pareció realmente malo:

http://criticadepoesia.blogspot.com/2008/05/hilda-doolittle-con-triloga-juan-manuel.html

El libro de Itziar, sin ser un buen libro, está desde luego bastante por encima del libro ganador. Viendo la composición del jurado, no es extraño.

La reseña la escribió Martín López Vega. Ignoramos la objetividad que puede tener respecto a Itziar. Más difícil es su objetividad respecto a Visor. En cualquier caso, no nos atrevemos a ponerle nota de objetividad. Si alguien tiene más información, que la aporte.

Nuestra objetividad con Itziar es total. Con Visor y sus premios, no. Valoración de nuestra objetividad: 3 / 10

La reseña de Martín , excepto por el final que se saca de la manga, forzado, bastante bien, estemos o no de acuerdo con su diagnóstico.

El libro se abre con una cita de Ángel González, sin duda, y perdón por la pequeña maldad querida Itziar, todo un acierto para un libro que se presenta a un premio Visor.

Como puede leerse en la contraportada, el libro "es la historia de un médico que se instala en el pueblo de sus antepasados". Y es aquí donde radica el problema principal del problema. El libro es una "historia". En otras palabras, para este colectivo, el libro es una narración. Y es una narración que cae en la prosa de manera continua, mayor punto de desacuerdo con Martín. Recordamos una entrevista de uno de los miembros del jurado, Antonio Colinas, en la que decía que la diferencia entre un libro de poesía y uno de narrativa era que si se ponían los versos del libro de poesía en una sola línea y parecía un relato, era un relato, no un poemario (la cita no es exactamente así pero Antonio nos perdonará nuestros pecados, como poeta casi religioso que es).

Pues bien, la sensación en la mayoría de poemas del libro es esa. Parece un relato que se ha cortado en líneas para que parezca un poema, pero el resultado no engaña. Esto es un relato corto. Ni siquiera prosa poética, o lo que nosotros entendemos como tal. Especialmente descuidado nos parece el ritmo del poema. El verso libre requiere un oído especial para darle ritmo al verso. No es algo anárquico. En este libro, no conocemos su libro anterior, el ritmo no existe. Si alguien piensa que no puntuar un libro y poner mayúsculas al comienzo de todos los versos es tener estilo, quizás tengamos una definición de estilo diferente. La prosodia falla gravemente.

Las cosas empeoran cuando la poeta trata de usar metáforas o usar un lenguaje, convencionalmente, más poético. Como suele ser el caso de unos cuantos libros últimamente, abundan los clichés, y falta talento y originalidad.

"¿Qué llevas en esa maleta?
El pasado"

"Arrastras esa maleta
Sobrecargada de pasado"

"...las mariposas huyen
Del alfiler
Que las hace eternas"

Pasa lo mismo con algunas metáforas:

"Y te hace extrañar
El perfume amargo de la contaminación"

"Metes la fotografía en ese bolsillo
Que late al mismo ritmo de tu corazón"

"La fotografía vieja
Roída por el ratón del tiempo"

"Hay sábanas
Que cubren los muebles
Fantasmas caseros"

"Llevan el mapa del tiempo
En el rostro"

Aún así, hay varios poemas que funcionan: "A esta hora en la ciudad", "Desde que la luz te permite ver", "Es cierto que sobra horizonte en esta ciudad" o "No hay manera de volver al sueño". En estos poemas la parte lírica consigue vencer a la narrativa y da pena pensar que el libro podría ser mucho mejor si mantuviera el nivel de estos poemas.

Hay también algún verso, difícil de encontrar, que sí muestra una mayor originalidad:

"Pero es hermosa
Como todas las grietas de la carne"

"Me desvela el ruido celestial /
Del camión de la basura"

Itziar tiene un buen ojo para los detalles, "Encima de la cama / La sombra de un crucifijo", incluso algún cliché está bien utilizado como el que termina un poema con "Llueve sobre mojado".

Pero quizás donde mejor se maneja la escritora es en el manejo del ritmo narrativo. El libro se lee con interés, alguna veces creando suspense, como en el poema "Nunca has visto nada tan espectacular", y se nota en general su profesión de guionista en casi todo el libro, incluso en algunos detalles como cuando el sujeto poético sube al desván y "La escalera cruje a cada paso que das / La trampilla chirría...". De acuerdo, también son estereotipos pero a nivel de ritmo la escritora reluce.

En definitiva, un libro que como poemario es un libro fallido por la narratividad que inunda buena parte del libro y la ausencia de dominio de técnicas básicas de la escritura poética, en especial de la prosodia y el lenguaje metafórico. Hay algunos poemas y versos que están claramente por encima del resto del libro, y en los que la escritora consigue un lirismo que se echa de menos en el resto del libro. Como narradora Itziar es posible que escriba buenos relatos en el futuro. Como poeta parece menos dotada tanto a nivel técnico como a nivel de talento natural. En la medida que ahonde en los aciertos que se encuentran en el libro, podrá crecer. Si no, siempre le quedará la narrativa.

Valoración del libro "Luz en ruinas": 5 / 10

viernes, 18 de julio de 2008

Saul Williams. El cultural, segunda semana de julio.


Hola,

Revisamos la tercera semana de julio en El Cultural. Una de las dos críticas es, cómo no, para Visor. El libro se titula "Los manuscritos de un EMCEE muerto" y está escrito por Saul Williams.

La reseña la escribe Ainhoa, especialista en este tipo de aventuras. Comienza con la tontería de que Byron o William Carlos Williams serían raperos hoy en día, sorprendente ejercicio de lucidez y esoterismo. Luego llama el poeta "Borges de la negritud" lo que nos lleva a desear preguntarle a cuantos poemas negros conoce de la historia de la literatura norteamericana y/o por su conocimiento de Borges. En fin, ese tipo de cosas que producen verguenza ajena a este colectivo. Tratándose de Visor, y de esta señora:

Objetividad a priori de la crítica en nuestra opinión en este caso: 3 / 10.

Igualamos la apuesta.

Quizás la mejor forma de definir a Saul es como actor. Un actor bastante bueno. De hecho una película en la que él era protagonista, Slam, ganó el premio a la mejor película dramática en Sundance. Se le puede ver también de secundario en K-PAX.

Su buen hacer como actor, y su interés por la poesía, le llevaron a que pronto fuera conocido en los circuitos de poesía alternativa en los Estados Unidos. Aunque su poesía, en esa época, es básicamente una larga enumeración de sustantivos, la fuerza del actor en sus performance, producía la sensación de que la poesía era bastante mejor que lo que en realidad era tras ser leída. Eso, y un mensaje político cargado a la izquierda, para deleite de un público mayoritariamente negro, bastaba. Aquí podéis ver una muestra palpable de lo que decimos:

http://www.youtube.com/watch?v=jzY2-GRDiPM

El tiempo pasa y hoy en día Saul es una miniestrella del hip-hop, su música suena en los anuncios de Nike, y el mensaje izquierdista suena más a reclamo publicitario que otra cosa. Su música, que él mismo llama rap industrial, aunque él escoge como referencias a grupos infinitamente mejores como The Mars Volta o Radiohead, ha sido producida últimamente nada más y nada menos que por Trent Reznor, el mítico líder de Nine Inch Nails. La canción que escogió Nike es esta:

http://www.youtube.com/watch?v=l1llNYAlYrc

Como se puede observar, es una música basada en el estribillo, lo que lo aleja enormemente de sus supuestas influencias, y lo único que queda es un poco industrial en su hip-hop, algo que se descubrió hace más de 20 años. Como si el trip-hop no hubiera sucedido.

Como cantante de hip-hop está muy lejos de ser considerado un maestro. Mucho menos como poeta. Pero por las razones que sean su poderoso marketing ha llegado hasta aquí. Nos imaginamos por quién.

EMCEE, no traducido en el título no se sabe muy bien por qué, proviene de MC, en su origen maestro de ceremonias. En el lenguaje urbano el acrónimo ha extendido su significado desde "mic controller" (el que controla el micro) hasta "move the crowd" (el que anima a la peña). Para entendernos, y aunque no sea exacto, podríamos traducirlo por rapero.

Saul Williams por tanto crea un paralelismo con los manuscritos del mar muerto, sólo que estos, evidentemente, falsos manuscritos que Saul intenta desvelar y relatar se han encontrado en el metro, mientras el artista miraba un grafiti, no en una cueva de Oriente Medio, y han sido escritos por un MC que ha muerto. Hasta aquí lo mejor del libro: el título y la idea, que se expone en una especie de prólogo. A continuación, la parte importante del libro dividada en siete largos poemas-título, subdivididos a su vez en poemas de menor tamaño. El libro termina como una especie de diario del supuesto escritor de los escritos, desde 1994 a 2001.


El mayor problema de este libro es que Saul sobresale como performer, da igual que lea un poema de Keats o la lista de la compra, pero su poesía leída en un libro, pierde toda su fuerza y saca a relucir los numerosos fallos de la misma:

1) Ritmo monótono: Una de las virtudes del hip-hop no es precisamente su variedad métrica. Por eso, entre muchas cosas, querida Ainhoa, William Carlos Williams nunca habría sido rapero. En este sentido la prosodia de Saul no sólo no es innovadora sino que, leída, resulta todavía más monótona que escuchada, especialmente en un libro largo como éste. Si a esto añadimos la imposibilidad de traducir el ritmo a un idioma tan peleado con los monosílabos como el español, la supuesta gracia se pierde por completo. No es Langston Hughes.

2) Recursos estilísticos: La riqueza estilítica del poeta es muy baja. Existe un abuso exasperante de las enumeraciones, de las aliteraciones, del retruécano, de unos juegos de palabras pretendidamente graciosos, de una la rima fácil e infantil en su uso. Es evidente a lo largo de todo su libro la enorme falta de autoexigencia de sus versos y prosas.

3) Ausencia de innovación y abundancia de clichés hiphoperos(?): En algunos momentos el autor intenta darle la vuelta a temas clásicos del mundo hip-hop pero no lo consigue en ningún caso. Especialmente en el caso de los diarios, pastiches seudometafísicos, la ausencia es significativa. Por lo demás, el resto del libro apenas trae nuevas referencias al mundo hip-hop, sino que, al contrario, se restriega en el trabajo de los demás con una abundante intertextualidad de cualquier tipo y procedencia, abundancia de frases hechas, clichés, etc. No es Dc. Dre.

4) Pretenciosidad vacua: El poema, sin apenas contenido lírico, cae en la narratividad en numerosas ocasiones. Llega tarde para ser controvertido, Dr. Dre casi podría ser su padre, musicalmente está lejísimos tanto de grupos como Massive Attack o Beastie Boys, o de la excelente escritura de Eminem, y más que de un poeta, habría que hablar de un rimador, ni si siquiera un versificador. Si a esto le unimos que el tipo es bastante pretencioso, qué más se puede pedir.

5) Repetición de sí mismo: Una parte significativa de los poemas presentados ya habían sido publicados por el autor anteriormente. A su vez, el artista se repite una y otra vez en el libro. Repetición sobre repetición puede ser la clave del hip-hop más malo.

6) Especialmente desagradable resulta la reinterpretación del mito bowiano de Ziggy Stardust convertido ahora en un Niggy Tardust que lleva el patetismo a nuevas cumbres.

Un ejemplo de todo lo que queremos decir son estos versos de uno de los poemas más famosos del libro "NGH WHT", uno de los pocos verdaderamente nuevos:

BCH NGH. Gun trigga. Dick's bigga. Why
fuck? Killer. Blood spiller. Mack
truck. Bad luck, fuckin with this black buck.
Bigger Thomas, I promise. Leave a corpse in
the furnace."

Sea una imitación del gangsta rap o una fallida burla, es realmente decepcionante. Como lo es también cuando trata de ubicarse en los terrenos de la poesía erótica:

"I'm about to slide up in the kingdom
of God with no protection."

El artista, en la introducción, comienza diciendo en su primera frase: "No hay una música más poderosa que el hip-hop". De tal reduccionismo llegamos a tener que leer libros de esta categoría, pésimos representantes de la actual poesía norteamericana

Valoración del libro "Los manuscritos de un EMCEE muerto": 3 / 10

Sobre la traducción, la traductora comenta que ante la imposibilidad de imitar las rimas, aliteraciones y demás, ha optado por el significado. Teniendo en cuenta el vacío del significado y de la propia traducción incapaz evidentemente de imitar en nada la monótono musicalidad del poemario, mejor habría sido dejarlo pasar.

El otro libro de la semana, de Kepa Murua, estamos a la espera de recibirlo. Como solemos hacer cuando nos retrasamos, realizaremos la crítica en el caso de que ésta sea positiva.

Saludos a todos.

lunes, 14 de julio de 2008

Antes del eclipse. Rafael-José Díaz. Babelia. El Cultural. Dos primeras semanas de julio (corregido)


En las dos últimas semanas, han aparecido cinco reseñas de poesía en El Cultural y Babelia. Una ya ha sido criticada, la de Yves Bonnefoy.

El Cultural nos trajo esta semana el libro "Roto Madrid", escrito por Amalia Bautista y con fotografías de José del Río. La reseña de Díaz de Castro nos parecía curiosa cuanto menos. Fuímos a la librería, hojeamos detenidamente el libro, se puede leer en diez minutos, y nos preguntamos qué coño le está pasando a cierta parte de la crítica. Parecía un libro de taller de poesía escrito por una alumna no muy aventajada. Ni siquiera merece contracrítica. Ahí está en las librerías para que cada cual se forme su opinión. Increible.

Babelia trajo la pasada semana una reseña de un libro de 2007, escrita por Antonio Ortega. Aunque Antonio tiene cierta tendencia a incluir libros de amigos suyos o personas cercanas a él, ignoramos si Rafael-José lo es, suele tener buen gusto así que confiamos en él y nos hicimos con el libro. Desgraciadamente el libro no ha sido ni mucho menos lo que esperábamos, como puede leerse en la reseña más abajo. Hubiéramos preferido no hacer la reseña pero habría sido mentir a los lectores, por mal que nos sienta criticar a una editorial que sigue siendo una de nuestras favoritas.

Esta semana Babelia trajo dos reseñas. Una es de Ángel Luis Prieto de Paula sobre dos libros de Manuel Rico. Uno de ellos es una novela, género que este blog no trata, y el otro es un libro, "Monólogo del entreacto", antología de su poesía, que casi debe llevar un año en librerías. Parece que el profesor Prieto de Paula se ha encargado de los asuntos espinosos de la casa, es decir, los escritores que escriben para Babelia, Luis Antonio de Villena antes, ahora Manuel Rico. Allá él. Nuestra opinión sobre Manuel como poeta es conocida de todos y éste libro ya salió en El Cultural si no recordamos mal. Como ensayista nos gusta. Como narrador no lo conocemos. Como poeta, no nos gusta nada. Y como director de colección de poesía, tiene muy buen gusto.

La otra reseña es sobre un libro que sí vamos a reseñar en cuanto lo recibamos. Se trata de Poesía (1974-2004) de William Ospina que publica la editorial Belacqva (la "u" es una "v", señores de Babelia).

"Antes del Eclipse (2003-2005)", del también traductor Rafael-José Díaz, publicado en Pre-textos, se divide en siete partes sin título. El libro combina tanto poemas en prosa como poemas en verso.

En su primera parte el poeta habla de la soledad, del amor y del erotismo. El lenguaje está lejos del habla cotidiana y suena artificial ("la luna derramada en el pozo de mi frente", "con su sueño, en la flama") a lo que se añade un léxico pomposo y una abundancia de clichés ("aprendieron a desconocerse").

El mejor tono se encuentra en algunos poemas cortos, generalmente cuartetos, donde el tono lírico se mantiene sin necesidad de alambiques:

"El peso del amor en la balanza oscura:
una brisa delgada, una navaja
finísima que corta el corazón
y lo acerca a la muerte duplicando su vida."

La segunda parte es un poema, que se entiende como un homenaje a las víctimas del 11-M, en el que, aparte de las buenas intenciones del poeta, vuelven a aparecer los clichés ("brisa de ceniza que se agolpa") y el exceso lírico ("espaldas engastadas en el hierro").

La tercera parte comienza con un largo poema en prosa que se extiende en exceso y no logra captar el interés lector. Le siguen tres nuevos cuartetos donde, a pesar del tono forzado, el poeta sigue mostrando que es donde mejor se mueve. Pero ya incluso en los poemas cortos se nota el agotamiento de la fórmula:

"Detrás de esas montañas (es un niño quien habla)
hay una luz que nace cada día
y cada día muere conmigo al acostarme."

El poeta insiste en su estilo: clichés ("no es este el mismo viento...") y metáforas que rozan lo cursi o lo sobrepasan ampliamente ("...ante el altar del horizonte").

La parte cuarta está compuesta sólo de poemas de cuatro versos, y ésta vez, los problemas que veíamos en los poemas más largos se extienden a los cortos, en especial por la abundancia de clichés. Es verdad que el tono lírico es intenso pero la ausencia de originalidad y de verdadero espíritu creador anula buena parte de esa fuerza:

"En el fondo del día está la luz
que nunca has encontrado.
Cierra los ojos, duerme, y en el sueño
verás tu cuerpo arder en esa luz."

La parte quinta, es muy similar a las anteriores. Predominio de los cuartetos, y predominio de clichés: "que el viento dibuje en un rostro", "el alma / se cubre como el cielo de nubes y de sombras"; y de versos adornados: "toda aquella luz flotaba sobre el mar, trazando un sendero entre el agua y el cielo."

La sexta parte se abre con el poema que da título al libro, "Antes del eclipse", un poema en el que el tono se hace más narrativo pero en el que Díaz insiste en lo mismo: "La plaza parecía / mecida por el viento", "Unas nubes pasaban por delante, / enredando sus hilos con la luz apacible".

En el resto de poemas, rastro del mismo tono excedido "Mariposa / que aletea incansable en los bordes del último segundo" y, eso sí, un poema que nos saca del ambiente rosa chicle que impregna las páginas. Se trata de un poema dedicado a una prostituta de Jinámar, muy por encima de la media del libro.

La última parte no incluye ninguna novedad respecto al tono del conjunto del libro: "la isla del alma a la que has vuelto", "¿No transforma las flores de este antiguo hospital / en labios perfumados o mejillas rendidas?".

En el último poema del libro el poeta escribe:

"EL ÚNICO milagro de esta tarde
es no haberme extraviado

entre tantas palabras destruidas
..."

Un libro, en definitiva, que trata en todo momento de mantener un elevado tono lírico, pero lo hace a costa de un lenguaje gastado hasta la saciedad, reiterativo en temas y formas de poemas mil veces leídos y olvidados, y que salvo por algún poema corto y por un poema largo en concreto, nos hace preguntarnos cómo es posible que una persona nacida en 1971 escriba de una forma tan clásica y usada. La poesía de Rafael reflejada en este libro, los anteriores no los hemos leído, representa lo que las personas alejadas de la poesía piensan que ésta todavía es.

Rafael-José Díaz es un buen traductor del francés, y sus traducciones de Philippe Jaccottet son excelentes, incluida la que realizó para Pre-textos. Rafael es la persona que más libros ha traducido de Jaccottet al castellano hasta el momento así que nos imaginamos que llevarlo a Pre-Textos fue importante para la editorial. En este sentido, Rafael también nos aclara que no existe ninguna relación causal entre su traducción de Jaccottet para Pre-Textos y su posterior publicación en la colección de Pre-Textos como poeta.

Y como poeta, en nuestra opinión, no está ni mucho menos a la altura sus traducciones.

Valoración de "Antes del eclipse": 3,5 / 10

domingo, 6 de julio de 2008

Yves Bonnefoy. Tarea de esperanza. Antología poética. El Cultural


Esta semana El Cultural nos trae un libro completamente prescindible de un autor cuyo único interés radica en su biografía, en las personas que conoció, y en algunos aspectos de sus "performance". Como aspirante a poeta, por mucho que intente compensar su total ausencia de brillantez tratando de llamar la atención sobre como se bebe la sangre de la menstruación o "cagan" en nuestra boca una vez que nos han cortado la cabeza, no tiene para nosotros ningún interés. Si a eso añadimos que la crítica la realiza una experta en mundo bíblico y beatnik, curiosa pero no tan alejada coincidencia, abandonamos por completo la actualidad rabiosamente modelna que El Cultural nos ofrece de su segunda editorial favorita, o primera, ya veremos como termina el año.

Así que nos retrotraemos en el tiempo a un libro cuya crítica realizó Antonio Colinas hace ya unos meses, cuando estábamos metidos hasta las rodillas leyendo libros para los mejores premios 2007. El libro es "Tarea de esperanza" y es una antología de toda la obra de Yves Bonnefoy con la excepción de su último libro. Traduce Arturo Carrera.

Independencia del crítico en nuestra opinión: 9 / 10

Nosotros tampoco tenemos problemas de objetividad en este caso.

Como viene siendo habitual en libros de este tamaño, más de 500 páginas, vamos a abstenernos de hacer una análisis detallado para no extendernos en exceso.

Comienza el libro con el poemario "Anti-Platón". Nos detenemos brevemente en este libro porque merece la pena. En contra de la opinión de la crítica, para nosotros Anti-Platón puede ser el mejor poemario de toda la carrera de Yves. La manera en la que interpreta y lee el surrealismo, y la extraordinaria elegancia que utiliza cuando lo vuelca en versos, es apabullante. Al contrario de lo que piensa Colinas, que se alegra de que el poeta abandonara el surrealismo porque conducía a la "esclerosis creativa", de nuevo la paja en el ojo ajeno, no podemos sino lamentar que el poeta no siguiera retorciendo el tono de "Anti-Platón" hasta llevar el surrealismo a nuevas alturas. Como filósofo, o estudioso de la filosofía que es, el poeta está absolutamente en contra del concepto platónico de ideas, que él ve como obstáculos. Así comienza el libro:

"Se trata de este objeto: cabeza de caballo más grande de lo natural donde se incrusta toda una ciudad, sus calles y sus murallas corriendo entre los ojos, adaptando el meandro..."

Su siguiente poemario, "Del movimiento y la inmovilidad de Douve" es quizás su poemario más famoso hasta la reciente aparición de "Las tablas curvadas". En él se inventa un personaje, Douve, a través del cual el poeta se enfrente a la muerte. Douve no es sólo una persona, sino que adapta varias formas a lo largo del poemario. Sin abandonar el surrealismo, Yves viene a resistir la muerte sin la presencia neoplatónica de un Dios trascendente. Lo hace además con un esteticismo muy alejado de la cursilería y sin embargo bello, que destaca muy especialmente en la primera parte, "Teatro":

IX
"Blanca bajo una bóveda de insectos, mal iluminada,
de perfil,
El vestido manchado por el veneno de las lámparas,
Te descubro tendida,
La boca más alta que un río quebrándose a los lejos sobre
la tierra"

En "Ayer reinante desierto" (1958) destacan poemas como "El puente de hierro", "La belleza" o "La imperfección es la cima". En Devoción (1959), el poeta enumera y describe sus devociones, y destacamos el poema I ("a los trenes mal iluminados de cada atardecer"). En Piedra Escrita (1965) destacan "Juan y Juana", "La paciencia, el cielo" y "La luz transformada":

"Es Juan y Juana y de sus caras grises
Cae el yeso del día y vuelvo a ver
El vidrio de los antiguos veranos."

Su siguiente poemario es ya de 1975, "En el señuelo del umbral". Los poemas se hacen muy largos, probablemente en exceso, y se cargan de un enorme simbolismo. Tras un libro de relatos, llegamos a otro de los poemarios importante del libro: "Lo que fue sin luz" (1987). Son poemas en los que, tras el abandono de Provenza, el poeta habla de recuerdos a los que se añade un aire onírico:

"Este recuerdo me asedia, que el viento gira
De golpe, allá lejos, sobre la casa cerrada.
Un estruendo de tela sobre el mundo,
Se diría que la trama del color,
Acaba de desgarrarse hasta el fondo de las cosas"

Sin duda el mejor poema de este libro es "Pasando cerca del fuego", una hermosa reflexión sobre el amor. Es muy posible que éste libro marque ya lo que será buena parte del estilo del poeta en el resto de su poesía. La poesía se hace más sencilla, generalmente con un fondo rural, y los objetos cotidianos son transformados en algo trascendente.

A este libro le sigue "Allá donde cae la flecha" (1988), en donde a veces el poema tiene como marco una metáfora gigante en la que el poema es incrustrado como si fuera un cuadro dentro de un marco. En general los poemas son más sencillos y abundan las referencia metalingüísticas. De "La vida errante" (1993) quizás destaca la original reescritura que el poeta hace del mito de Helena.

Y ya en 2001 llegamos a su poemario más famoso desde que escribió "Del movimiento y la inmovilidad de Douve" y el que le llevó a la consagración en su país: "Las tablas curvadas". El libro es el poemario final de una trilogía, y es casi resumen de la carrera del poeta, en el que ofrece una gran variedad de estilos y formas poéticas, que van desde la rima hasta el maravilloso poema en prosa que da título al libro. Unas tablas curvadas que pertenecen a un barco que navega por un mundo hundido a veces, de inquietantes presencias, en especial las de los niños, con una referencia específica a San Cristobal en el poema en prosa (¿por qué este tipo de libros no llevan una buena lista de notas como en otros países?), y con otras referencias cruzadas como Ceres o incluso Woodsworth. En el poemario, formal en su mayor parte, y de gran sencillez, el poeta consigue fusionar estados como la vida y la muerte, la esperanza y la desesperación, y la oscuridad y a luz.

Es imposible realizar una valoración en profundidad de una obra tan vasta como la de este poeta en tan poco tiempo. Yves Bonnefoy es sin duda un poeta importante dentro de la poesía de la segunda mitad del siglo XX. Formalmente ha sido un gran experimentador de diversas variaciones de la métrica francesa. Además, una poesía reflexiva como la suya se enriquece de sus conocimientos de filosofía. Sus etapas más surrealistas son para nosotros las mejores, en especial los dos primeros poemarios. En sus últimos libros, el poeta tiene la tendencia a escribir todos sus poemas con las mismas palabras fetiche, lo que hace que en poemarios largos como "Las tablas curvadas" la lectura pueda llegar a hacerse pesada. Es como si la poesía del poeta hubiera dejado de evolucionar durante las últimas décadas o hubiera evolucionado poco. Aún así, estamos ante un libro de poesía muy por encima de la media que traemos a este blog, con muchos poemas de una gran altura lírica, y sin duda es un libro recomendable:

Valoración del libro "Yves Bonnefoy. Tarea de esperanza. Antología poética": 8, 25 / 10

miércoles, 2 de julio de 2008

Nada grave. Ángel González. Babelia


Hola amigos:

Por fin Babelia trajo una reseña de poesía tras dos semanas de sequía. Se trata de un ¿libro póstumo? de Ángel González titulado "Nada grave". Escribe la reseña Ángel Luis Prieto de Paula.

No tenemos dudas sobre la objetividad de Ángel Luis respecto al poeta: 8 / 10

Nuestra objetividad, nos imaginamos que un poco como le ha pasado al crítico, se ve quizás afectada por el hecho de que estamos hablando de un poeta que admiramos y de una persona que ha fallecido hace relativamente poco tiempo. Puedo ser un sentimiento irracional pero así somos los humanos: 7 / 10

La crítica de Ángel Luis, aunque con un poco de relleno, es de lo mejor que ha escrito en bastantes meses. Olvidamos pero no perdonamos la crítica a Luis Antonio de Villena por "La prosa del mundo", la última que recordamos de él, no porque lo alabara, está en su perfecto derecho a hacerlo, sino porque no dijo ni una sola palabra sobre el famoso escándalo. Pero esta vez su crítica rezuma honestidad, está descargada de esa prosa catedralicia que a veces le pesa, y sólo podemos decir que enhorabuena. Buena reseña, profesor.

El prólogo de este brevísimo libro lo escriben, firmando con iniciales no sabe muy bien por qué, Luis García Montero y Chus Visor, los directores de la colección. El prólogo parece a veces una excusatio non petita toda vez que intenta justificar la existencia de un libro, que a nuestro modesto entender, nunca sabremos si al poeta le habría gustado ver impreso y, por supuesto, si le habría gustado revisar. Por otra parte, parece anunciarse veladamente un nuevo libro del autor, lo que los prologuistas llaman un "calendario lírico". El albacea sabrá lo que hace.

"Nada grave" es el excelente título de un poemario muy breve, no tanto por el número de poemas, que también, como por su escasa extensión. Efectivamente el tono vital del poemario está en consonancia con "Otoños y otras luces", es decir, está marcado por un profundo pesimismo, en ocasiones nihilista, en el que el habitual tono irónico del poeta se ha perdido definitivamente. Sin embargo, "Otoño y otras luces" era un muy buen poemario independientemente de su pesimismo. Como insinúa acertadamente el crítico, tampoco "Áspero mundo" era precisamente un canto a la alegría y es de 1956. Pero la calidad literaria de "Otoño y otras luces", que, entre otro libros, se mereció mucho más el premio nacional que los pesados metales de Marzal, está claramente por encima de los poemas de este libro, que en muchos casos parecen esbozos o primeros apuntes de un poema. Por tanto, no compartimos en absoluto la opinión de los directores de la colección cuando dicen que los poemas "están a la altura de la mejor poesía de Ángel González". Afortunadamente, la poesía de Ángel está muy encima de la calidad media de este libro.

Quizás entre los poemas que merecen destacarse estaría el poema que se ha ubicado como dedicatoria, o que era una dedicatoria, vaya usted a saber, en donde sí se deja traslucir esa ironía, ese humor negro tan característico del poeta.

"La única palabra
que entiendo y que pronuncio
es ésta
que con todo mi amor hoy te dedico:
nada"

También destacaríamos varios de los poemas que habían aparecido en la revista Litoral: "Yo insistente", "Una sombra" y "Hoy" al que añadiríamos el poema "Nunca", quizá el mejor del libro junto con la dedicatoria:

"Y prevalezca la sencilla gracia
de la doncella viva, fugaz, irrepetible,
su sonrisa tan clara,
su alegría,
que ella no sabe efímera, y por tanto
es en su ser presente inmortal un instante."

En estos textos si se hace evidente que el poema está trabajado y revisado. Aunque no están a la altura en cuanto a calidad de textos anteriores, son buenos poemas.

En muchos otros poemas, sin embargo, en especial en los muy breves, el poema es más una sencilla reflexión, casi un apunte, que podría convertirse en un poema más largo pero donde percibimos la sensación de esbozo, de borrador.

Este pequeño libro tiene, para nosotros, más un interés de coleccionista que un interés puramente poético o literario. Se percibe el carácter provisional de muchos poemas y aún los más destacados están lejos de lo mejor de la obra del poeta, incluyendo su último poemario. Lo interesados en la poesía de Ángel González tienen casi por el mismo precio la obra completa, "Palabra sobre palabra" publicada en Seix Barral.

Valoración del libro "Nada grave": 6 / 10

Como última curiosidad, entre los nuevos poemarios de la colección "Palabra de honor" se ha "colado" por fin una mujer, Piedad Bonnet, que antes no figuraba dentro de los siguientes números. Nos alegramos por ella.