lunes, 3 de agosto de 2009

Recomendaciones II



Nos mandaba esta semana uno de nuestros amigos un correo que decía únicamente:

"Extraña esta desolación"
José Miguel Ullán

Y tenía razón. Menudo verano, queridos lectores. Y menudo año poético que llevamos. Con cuentagotas se presentan las escasas novedades desde hace un mes y medio. Casi podríamos decir desde la feria del libro de Madrid. El sopor y el calor parecen que han terminado de rendir a no pocos editores, que han apretado el botón de piloto automático hasta que lleguen mejores tiempos con la esperanza de un futuro mejor, pero sin cuestionarse nada de su trabajo.

Algunos caerán en el camino para bien o para mal. Y algunos puede que se lo hayan ganado a pulso, convirtiendo su aventura editorial en una camino en el que ha primado la amistad y el dinero (algunas "prestigiosas" aceptan desde algún tiempo dinero a cambio de publicar) muy por encima de la calidad.

Hemos estado repasando lo publicado y reseñado en los últimos tres meses y es de pena. Con muy pocas excepciones el nivel de la poesía publicada, y de casi toda la poesía reseñada, es muy bajo. Hemos girado la vista a ABCD, obviando un Cultural en horas bajas y un Babelia en situación similar, para ver si valía la pena cambiar de visión y hemos encontrado cosas como éstas:

Jambrina haciéndole la reseña a su compi Siles:

http://www.abc.es/abcd/noticia.asp?id=12250&sec=32&num=911

O el innecesario y omnipresente García Posada en una reseña inaudita sobre Andrés Neuman:

http://www.abc.es/abcd/noticia.asp?id=12281&sec=32&num=912

También nos preguntamos de qué sirve la mala leche, estéril, de José Luis García Martín, o qué hace Amalia Iglesias en el cementerio de los elefantes.

De acuerdo, somos insistentes en la necesidad de cambio del statu quo, y obvios por tanto, pero ni éste se va a producir en dos días ni siquiera el cambio será importante mientras todas las estructuras de poder operen de manera tan imbricada como lubricada.

El resultado del oficialismo, del dinero que entra por varios lados y siempre sale por el mismo agujero, de una crítica mediocre en forma y fondo, y de una parte de la poesía joven genuflexionada en espera, es casi palpable: las secciones de poesía de las librerías, y las especializadas, están literalmente vacías. Sólo si el objetivo de esta gente es que de verdad se iguale el número de lectores al de poetas, y que éste último se vaya reduciendo hasta el oficialismo por un lado y el amauterismo por otro, se puede entender una forma de hacer y vivir la poesía que lleva marcado el RIP a fuego.

En estos últimos meses hemos podido hablar con compañeros de otros países sobre el estado de la poesía española actual y su opinión suele coincidir: no dan crédito al nivel de mediocridad que, al menos la poesía española oficial con honrosas excepciones, ha alcanzado en la última década y media. Fuera de nuestras fronteras no interesamos a nadie. Esa es la cruda realidad. Mientras que parte de las ventas y de los mejores libros de poesía que se publican en España están siendo traducciones, nuestros libros tienen una demanda de traducción escasísima. Otro día traeremos datos numéricos pero las cifras son espeluznantes (chequead el Index Translationum: http://portal.unesco.org/culture/en/ev.php-URL_ID=7810&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html)

Así que no es de extrañar que el ritmo de este blog también se haya moderado en los últimos tiempos. No sólo porque la producción ha caído sino porque lo poco nuevo que nos llega es, en general, muy poco recomendable.

A las cuatro recomendaciones que publicamos la última vez, y que pueden salvar un verano, añadiríamos dos más, y no son precisamente novedades:

Ada Salas ha publicado una poesía reunida, "No duerme el animal", que en las circunstancias actuales es un pequeño oasis de buena poesía y lucidez. Sin ser nuestra poeta favorita de su generación, Ada Salas sí es uno de sus nombres imprescindibles y la lectura de su obra confirma nuestros buenos recuerdos así como la necesidad de una avance en el aspecto más técnico. Para una editorial que lleva un largo tiempo en picado, y no precisamente mirando el cielo, esta poesía reunida debería ser un regalo sino fuera por la pésima distribución.

Todavía más revival constituye la poesía reunida de Jorge Luis Borges que publica Destino. Es cierto que en sus 650 páginas se demuestra no sólo que Borges era un escritor irregular sino que la poesía no era su mejor terreno para este cuentista excepcional. Pero con todos los cuidados y problemas que puede tener como poeta, la brillantez como escritor del argentino hace que, a pesar de sus limitaciones formales, algunos poemas sean auténticas joyas.

¿Y no hay más? Pues de momento, no. Seis libros están bien para un verano al que cada vez le queda menos y que muestra como la crisis ha dado de lleno en la poesía en todos los nivcles.

A veces las crisis son momento de oportunidad y de autoexamen. Veremos.

PD.- Los libros que habéis mandado en las últimas semanas para la sección de Secretos todavía no han sido leídos por todos. Que nadie se sienta aludido por lo dicho. Y muchas gracias por vuestra colaboración.